Si amontonas tus objetos en cada rincón disponible, nunca lograrás utilizar eficientemente el espacio. Desecha todo lo que no sea realmente necesario y organiza con criterio lo que decidas conservar. Una habitación ordenada siempre se verá más grande.
A la hora de amueblar tu casa es mejor optar por objetos versátiles. Por ejemplo, una mesa como la que se ve en la imagen sirve de mesa de luz y de escritorio. Tener menos muebles dejará más sitios libres para ocupar con otros elementos.
Todos los hogares están construidos de acuerdo a espacios pre-definidos: la habitación, el estar, el baño y la cocina. Sin embargo, nada indica que sólo debas utilizarlos para esos fines. Ponte creativo y establece tus propia definición de zonas en cada habitación. Puedes usar separadores para delimitar las áreas. Esto también te ayudará a mantener tus objetos ordenados.
Si tienes poco espacio, las paredes serán tus aliadas. No pienses sólo en grandes estanterías. Busca también sitios pequeños que permitan organizarte mejor. Por ejemplo, el espacio que queda entre la mesada y las alacenas suele ser pasado por alto. Lo mismo sucede con el espacio entre las puertas y los techos.
Cuando necesites más lugar en una habitación, podrás plegarlos fácilmente. También son una buena opción para darle más de un uso a alguna zona de tu casa. Con un sillón como el que se ve en la imagen, puedes hacer de tu estar un cómodo sitio para dormir.